¿Qué es y para qué sirve la tarjeta de red y cómo funciona?
Con la llegada de Internet todos los ordenadores de sobremesa pasaron a tener la necesidad de conectarse. Conectarse a dicho entorno virtual para proporcionarles a sus usuarios los contenidos que albergaba la World Wide Web. Es por ello que los fabricantes decidieron incluir un elemento que, gracias a la placa base, actuaría otorgándole al PC acceso a la red. La tarjeta de red.
Actualmente las compañías siguen implementándolos. Aunque no siempre sus características son suficientes sobre todo para los usuarios. Que van más allá a la hora de navegar por Internet y quieren gozar de la máxima velocidad/estabilidad. Para este tipo de consumidores es aconsejable comprar una tarjeta de red con tal de reemplazar la actual.
Así funciona una tarjeta de red
Por todos es sabido que la placa base de un ordenador es uno de sus componentes de mayor importancia. Puesto que habilita el funcionamiento de innumerables elementos de hardware adicionales. Entre ellos destaca la tarjeta de red tanto Ethernet como Wi-Fi.
En el primer caso es estrictamente necesario hacer uso del correspondiente cable con el objetivo de que el equipo de sobremesa pase a contar con todas las funcionalidades que proporciona Internet. Así como las diversas posibilidades otorgadas por la disposición de una red local.
Si se desea una conexión inalámbrica y, por unos u otros motivos, el usuario no puede hacer uso de una tarjeta Wi-Fi hay solución. Puede decantarse por emplear un adaptador USB. Aunque sin lugar a dudas lo más cómodo y práctico es utilizar una placa de red debidamente acondicionada para tratar con la conexión sin cables.
Con ambos tipos de modelos multitud de datos no solo son enviados. Sino también recibidos a una velocidad que depende directamente del sistema tecnológico con el que cuenta la unidad en cuestión. Algunos de ellos también se almacenan debidamente por medio del procedimiento conocido como buffering.
Cómo buscar la tarjeta de red adecuada
Teniendo en cuenta las diversas funciones de comunicación que realiza una tarjeta de red conviene darle al proceso de compra la importancia que realmente tiene. Ya que en caso contrario obtendrías una placa que no sería capaz de proporcionarte el rendimiento que necesitas.
Lo primero a valorar reside en la compatibilidad de la tarjeta a nivel de buses. Algunas de ellas solo son válidas para el estándar PCI primitivo. Mientras que otras sí gozan de soporte para el de tercera generación más conocido bajo el nombre de PCIe. Asegúrate de que el bus en cuestión es admitido si no quieres encontrarte con la posterior sorpresa de que la tarjeta de red no es compatible con tu ordenador.
Pero, ¿de qué sirve que la placa sea compatible si la intensidad de la señal Wi-Fi es muy pobre? Si el lugar en el que se encuentra emplazado el router en tu domicilio está a una considerable distancia del ordenador de sobremesa necesitarás una tarjeta de red con buenas antenas receptoras. Las mismas se caracterizan por abarcar multitud de metros incluso si las ondas se ven obligadas a atravesar techos y paredes.
Más allá de la calidad de las antenas también es relevante el número de las mismas. La mayor estabilidad por parte de una tarjeta de red se consigue a partir de dos o tres antenas. Sobre todo si existe la posibilidad de manejarlas omnidireccionalmente.
Fibra óptica
Aquí no terminan los aspectos que han de ser valorados. Y es que en lo que a la velocidad se refiere las mejores tarjetas son aquellas que exclusivamente actúan con la fibra óptica. Sin embargo, algunos consumidores las adquieren tras llamarles la atención las altas cifras de velocidad anunciadas por el fabricante sin tener en cuenta algo. Que en caso de disponer de conexión ADSL tradicional, no podrán utilizarlas.
Si alternarás entre el uso del cable y las capacidades inalámbricas debes saber que prácticamente todas las placas de red que admiten Wi-Fi tanto ADSL como fibra óptica implementan un puerto Ethernet. Sin embargo, las que solamente están pensadas para uso alámbrico imposibilitan cualquier método de conexión sin cables.
En último lugar ten en cuenta que los controladores de una tarjeta de red cuentan con una compatibilidad limitada. Por ejemplo, algunas de ellas no son soportadas por determinados sistemas operativos, especialmente los de libre distribución. Otras sí se adaptan tanto a Windows como a Mac OS, Linux y otros S.O. del mercado.
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